Ha pasado un año de pandemia, de confinamientos y restricciones, de angustia, frustración, rabia, dolor y soledad. Es mucho tiempo cuando ya eres muy mayor. Da para hacer de todo. Llorar o reír, esperar y desesperar, aprender, olvidar, desear y soñar.
Uno de los sueños recurrentes pero inalcanzables en aquellos días del primer encierro era regresar a lo imposible. Una vez más buscar entre lo que ya no está. De entre todo lo reencontrado un recuerdo surgió con fuerza y fui a reeditar aquellas fotos. El Jardín de iris Lomer a los pies de la Sierra de Bernia, en La Marina de Alicante.
Hace dos años cuando publiqué esta web ya le dediqué la segunda entrada del blog: https://lolaruizfotos.com/jardin-de-iris-en-la-marina/ He recuperado los mejores momentos de aquellas primaveras y los he añadido al álbum. Entra y mira que preciosidad.
En cuanto he podido escaparme he vuelto allí, sabiendo que iba a llorar. Decir que la Naturaleza recupera su lugar es poco. También los humanos han rapiñado, destrozado y humillado un lugar que en mi recuerdo era sagrado. Dejo unos dípticos como testigos de lo que era y lo que es. Muy triste. Pero una vez más la Fotografía me salva y la fuerza de las imágenes es la energía para seguir.