
Un año de pandemia , confinamientos y restricciones.
Tiempo para el reencuentro con la desmemoria. Tiempo para reflexionar, reeditar y progresar.
La Fotografía sigue siendo mi método para el aprendizaje, pero el aislamiento bloqueó las ganas de asomarme a esta web
que es la ventana desde la que comparto mis descubrimientos.
La incertidumbre crece con el paso del tiempo, por eso no puedo esperar más y prometo volver aquí para dejar mi testimonio,
aunque soy un testigo de espaldas a una realidad que se hace insoportable.
El viaje a través de la la luz, las sombras, los colores y los brillos sigue su curso.
Una cámara me sigue ayudando a flotar sobre el caos,
y fotografiar sigue siendo una herramienta para el único trabajo necesario: vivir.